DAMIÁN QUINTERO, NÚMERO 1 DEL RANKING MUNDIAL DE LA WORLD KARATE FEDERATION
«El kárate me ha formado como persona. Me ha enseñado ciertos valores que los aplico a diario en mi vida personal y profesional»
El número 1 del ranking mundial de la World Karate Federation (WKF), número 1 del ‘All time’ Ranking de la WKF y actual campeón de España y también de Europa en la modalidad de kata, Damián Quintero, se prepara para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Nacido en Buenos Aires (Argentina) el 4 de julio de 1984, se traslada a Málaga con su familia a los cinco años. Su andadura en el mundo del kárate empieza un año más tarde en un pequeño gimnasio de Torremolinos.
Con tan solo ocho años consigue su primera medalla en el Trofeo de Navidad, con nueve debuta en un campeonato nacional, y con diez se clasifica por primera vez para disputar un Campeonato de España Infantil de manera individual y consigue la cuarta plaza en categoría alevín. Desde entonces, una cita ineludible en su calendario, a la que se le van sumando los campeonatos absolutos y las competiciones europeas y mundiales.
En su amplio palmarés acumula un total de 111 medallas: 75 internacionales -31 oros, 28 platas y 16 bronces- y 36 nacionales -21 oros, 10 platas y 5 bronces. Su próximo objetivo: subir al podio en Tokio y añadir un nuevo galardón a su colección.
Una meta que nos cuenta en una entrevista exclusiva concedida a Enzo10.
(FOTO: Cedida)
¿Por qué kárate?
Realmente fue por hacer un deporte distinto, pero a la vez, porque yo era un poco travieso de niño y mi madre decidió apuntarme a un deporte con más disciplina de lo normal.
Si pensamos en kárate, a todos nos viene a la cabeza Daniel Larusso de Karate Kid y los grandes consejos del señor Miyagi. ¿Quién fue tu señor Miyagi cuando empezaste a practicar este deporte?
Pues fue mi primer maestro, Lorenzo Marín, el que me inculcó y me hizo amar este deporte. Pero también a lo largo de mi carrera he tenido otros maestros como son Miguel Ángel López que fue el que me pulió, y mi actual entrenador que es con el que realmente nos hemos posicionado número 1 del mundo.
¿Qué consejos les darías ahora tú a las nuevas generaciones que empiezan de cero y que tienen todas sus ilusiones puestas en este deporte?
Pues lo primero que lo practiquen por convicción y no por obligación. Y después que se diviertan, creo que la clave en edades tempranas es divertirse y pasarlo bien, no obsesionarse con querer llegar a ser campeón del mundo. Si se trabaja duro, ese momento llegará.
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El pasado mes de octubre te proclamaste campeón de la segunda fase de la Liga Nacional de Kárate en la modalidad de kata después de más de siete meses sin poder competir. ¿Cómo se mantiene la constancia y la motivación en momentos tan complicados como los que hemos vivido a causa de la situación sanitaria mundial?
Bueno, la verdad que después de tantos meses tenía esa ansia de competir, y a la vez las ganas de ver en qué estado de forma me encontraba. Aún así, lo que más me falta son las competiciones internacionales.
La Covid-19 tampoco ha permitido que el kárate debutara por primera vez en la historia de las olimpiadas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. ¿Cómo asumiste la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de aplazarlos al 2021?
En un primer momento fue un varapalo tremendo, ya que llevaba cuatro años preparando el gran momento. Pero una vez lo digerí, me puse a entrenar con más ilusión si cabe, y pensando que tenía un año por delante para mejorar.
Como máximo evento deportivo a nivel mundial, imagino que vivir unos Juegos Olímpicos debe ser un sueño para cualquier atleta. ¿Lo es para ti? ¿Qué representa defender los colores de tu país en un campeonato de tal magnitud?
Para mí es el mayor evento deportivo a nivel mundial, se junta no solo deporte con distintas disciplinas, se juntan los verdaderos valores del deporte en un mismo sitio.
Una experiencia única que espero poder disfrutar y si es con medalla mejor.
¿Cómo se prepara una cita olímpica? ¿Cuál es la rutina de entrenamiento de Damián Quintero?
Se prepara durante cuatro años, desde que te dicen que el kárate va a ser disciplina olímpica en Tokyo 2020. A día de hoy, me encuentro entrenando unas seis horas al día repartidas entre entrenamiento físico, técnico y psicológico.
¿Qué valoran los jueces cuando subes al tatami?
Por un lado, se valora el aspecto técnico, es decir que se realice correctamente el kata, por ello hay que decir el nombre del kata que se va a realizar. Esto vale un 70% de la puntuación final. Por otro lado, se mira la parte atlética, fuerza, velocidad, potencia, etc. Esta parte vale un 30%.
¿Algún ritual antes de hacerlo?
Suelo concentrarme mediante técnicas de respiración y visualización, me hacen evadirme del entorno.
(FOTO: Cedida)
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Este mes de diciembre el COI se pronunciará sobre la exclusión del kárate en los Juegos Olímpicos de París 2024. ¿Qué significaría quedarse fuera?
Sería una faena tremenda, ya que se ha luchado mucho para que se nos incluya. Y, además, para las generaciones que vienen por detrás sería perder la ilusión ya que la diferencia entre un deporte olímpico y uno no olímpico es muy grande si hablamos en términos económicos, de visibilidad y poder dedicarte ‘full time’.
Durante años estuviste apartado de la competición internacional. ¿Cómo viviste ese periodo? ¿Pensaste en tirar la toalla entonces?
Fue un periodo duro en el que a veces la juventud te juega malas pasadas. Y sí, pensé en dejarlo ya que no veía motivación para seguir siendo un deporte no olímpico por aquel entonces. Pero de los errores se aprende, y volvimos con más fuerza.
De entre todos los títulos conseguidos a lo largo de tu trayectoria, ¿con cual te quedas?
Todos son especiales, tienen su historia detrás, pero si tengo que elegir, el mundial de 2014, fue un hito histórico que creo tardará en repetirse.
¿Qué te aporta el kárate más allá del deporte?
El kárate me ha formado como persona. Me ha enseñado ciertos valores que los aplico a diario en mi vida personal y profesional.
Además de karateca eres ingeniero aeronáutico. Una carrera complicada y que requiere de muchos esfuerzos. ¿Piensas dedicarte a ello una vez cuelgues el kimono?
Ya estuve trabajando como ingeniero de cálculo tres años y medio, y nunca se sabe el día de mañana si volveré. Pero ahora mismo si tengo que elegir, me quedaría vinculado al deporte.
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