La consecución del campeonato supone la participación del equipo en la Supercopa de Hungría, que se disputará este mismo sábado 1 de agosto a partido único frente al campeón de la Copa Húngara, el Energia SC
Martes, 28 de julio de 2020. Si hay alguien capaz de conseguir todo lo que se propone ese no es otro que Llorenç Gómez. El de Torredembarra ha llevado su magia hasta Budapest este mes de julio y vuelve a casa con el título de la liga húngara y con el premio individual de pichichi habiendo sumado un total de 34 goles en tan solo 8 partidos. El dorsal 10 de la Selección Española Absoluta de fútbol playa parece no tener límites. Era la primera vez que disputaba la competición, lo hacía además con un equipo novel que también debutaba en el campeonato y en la doble faceta de entrenador-jugador.
Una experiencia que ha calificado de “impresionante” y que en su palmarés particular se traduce en el 9º título de liga que acumula alrededor del mundo, un nuevo premio individual, y el primer título como entrenador. En 2017 consiguió la medalla de plata en la Intercup San Petersburgo con el club que preside, el Club Futbol Platja Torredembarra, pero la conseguida este fin de semana en Hungría es la primera medalla de oro como técnico. Su compañero Norbert Iváncsik también ha sido reconocido como Mejor Portero del campeonato.
(FOTO LLORENÇ GÓMEZ Autor: Soós Brigitta)
(FOTO ESPAÑOLES Autor: Soós Brigitta)
La consecución del título supone además la participación del equipo en la Supercopa de Hungría, que se disputará este mismo sábado 1 de agosto a partido único frente al campeón de la Copa Húngara, el Energia SC. Como no podía ser de otra manera después de los grandes resultados obtenidos, la dirección del BSC Aramis amplía el contrato de Gómez una semana más para poder liderar el combinado en esta nueva competición. Esta misma semana se conocerá también la continuidad del resto de jugadores españoles.
Y es que no era casualidad el interés que el club había mostrado hacia él desde buen principio. Y a pesar de ser consciente de que no sería fácil y de que debería dedicarle muchas horas y mucha atención, él se sentía “capacitado y preparado” para liderar el grupo. Reconoce que “ha sido complicado”, pero celebra que “lo hemos logrado, y lo hemos logrado juntos”. Ensalza también el hecho de haber podido compartir la andadura con sus compañeros Edu Suárez, Jose Arias y Antonio Mayor. Asegura que “al final son los detalles los que marcan la diferencia, y una elección errónea te puede llevar al fracaso”. En este sentido, se siente “muy satisfecho” de haber aceptado el cargo y de la manera en que ha conseguido asumir ambas facetas, que ha rozado la excelencia.
Desde transmitir al equipo la energía positiva que a él le gusta, la motivación, la confianza y el rol que debe asumir cada uno de los jugadores para que el grupo funcione, hasta potenciar las actitudes positivas y frenar las negativas y reorientarlas para que acaben aportando, o especificar los objetivos antes de cada partido, tanto en defensa como en ataque como a nivel estratégico… Un sinfín de tareas que se han dado exactamente como las había planificado. Este logro va más allá de su talento personal y ha sido posible gracias a mucho trabajo y muchas horas de dedicación. A modo de anécdota, cuenta que al despertarse el domingo antes de disputar las semifinales vio claro cómo debía afrontar el partido, un planteamiento que no tenía nada que ver con lo que tenía en mente la noche anterior. “Mi cabeza también había estado trabajando mientras dormía”, explica entusiasmado.
(FOTO AFICIÓN Autor: Soós Brigitta)
Y funcionó. El BSC Aramis superó al Újhartyán BSC por 2 a 5 antes de la gran final en un partido muy disputado de principio a fin. La auténtica guerra llegó en la batalla final ante el gran competidor, el Goldwin Pluss. Los de Llorenç cerraron el primer y el segundo tiempo perdiendo por 3 a 1 y 5 a 3, respectivamente. Pero a pesar de iniciar la última parte con el marcador en contra, el míster les pidió “estar tranquilos, creer y confiar”. El partido acabó con una victoria por 5 a 6. “Una auténtica locura -explica Llorenç- que desató la euforia de todo el equipo”, que acabó manteándolo entre gritos y cánticos. Los jugadores culminaron la celebración con la merecida foto final de campeones. Y es que cabe destacar la dificultad de estos últimos enfrentamientos, marcados por la presencia de los italianos Ramaccioti, Gori y Fraineti, y los fichajes de los portugueses Rui Coimbra, Belchior y André Lourenço. Subcampeones y campeones, respectivamente, de la última Copa del Mundo celebrada en Paraguay.
(FOTO PARTIDO Autor: Soós Brigitta)
Después de dos semanas muy intensas, Llorenç Gómez cierra su participación en la liga húngara de la mejor manera posible y mientras en el vestuario todavía se respira la euforia del triunfo, él se despide “en paz, tranquilo, relajado y muy orgulloso”. Ahora toca poner la mente en off, desconectar, y hacer borrón y cuenta nueva. Un trabajo también muy necesario para volver a afrontar el nuevo reto al máximo nivel y ofreciendo la mejor versión de si mismo. Este ha sido el mensaje que ha querido trasladar al equipo en una última reunión después de alzar el trofeo: “Sois campeones de la liga húngara, disfrutadlo hoy al máximo, pero mañana despertad y olvidaos de todo. Seguid mirando al frente con la máxima energía, y marcaos nuevos objetivos y dedicad y sacrificad horas de vuestra vida para lograrlos porque si así lo hacéis, tarde o temprano, los alcanzaréis”. Con casi diez años de vivencias y de experiencia en este deporte, el de Torredembarra tiene claro que “en la vida cuando frenas y te crees que eres el capo empiezas a ir con la flecha hacia abajo”. Así pues, los ha animado a “seguir soñando en grande”.
(FOTO EQUIPO Autor: Soós Brigitta)
Después de esta nueva experiencia, es inevitable recordar sus orígenes, sobretodo en un momento convulso como el que estamos viviendo a causa de la pandemia generada por la Covid-19. Solo él sabe las horas de dedicación y los sacrificios que hay detrás de todos estos triunfos, toda una trayectoria que le hace sacar una sonrisa, la suya, y se siente “orgulloso, feliz, afortunado, y agradecido con la vida”.