El combinado nacional se concentra en Torrox (Málaga) del 12 al 15 de junio. Del 16 al 20, se enfrentará a Bielorrusia, Turquía y Rusia en la fase regular de la Euro Beach Soccer League
Viernes, 11 de junio de 2021. La Selección Española Absoluta de Fútbol Playa viaja este sábado a la localidad malagueña de Torrox para celebrar la última concentración preparatoria antes de dar comienzo a la temporada oficial 2021. Al combinado nacional le espera un mes de junio cargado de grandes citas como son la fase regular de la Euro Beach Soccer League (EBSL), que se celebrará del 16 al 20 de junio en Nazaré (Portugal); y el clasificatorio para el Mundial de Moscú, que también tendrá lugar en la localidad portuguesa del 21 al 27 de junio.
Antes, ‘La Roja’ acabará de preparar la que se espera que sea una gran temporada. Hasta el martes 15 de junio, los hombres de Christian Méndez ultimarán los preparativos para llegar a la competición en las mejores condiciones posibles.
(FOTO: RFEF)
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Según el seleccionador, “esta concentración tiene que servir para recordar todo lo trabajado en las anteriores convocatorias”. Asegura que “todos los jugadores han estado como mínimo en dos concentraciones y conocen a la perfección la metodología, el funcionamiento y la nueva tecnología que se ha implantado”. Los españoles han quedado encuadrados en el Grupo 3 de la EBSL y su primer rival es Bielorrusia. El técnico insiste en la necesidad de ir “partido a partido” y se marca, por tanto, este encuentro como primer objetivo. Explica que “las sensaciones son buenas” y que viajarán a Nazaré “con la máxima ilusión y con toda la confianza posible para que salgan los resultados por los que hemos estado trabajando durante tanto tiempo”. Sus otros dos rivales son Turquía y Rusia.
El Grupo 1 lo conforman las selecciones de Portugal, Ucrania, Alemania y Azerbaiyán; mientras que en el Grupo 2 se encuentran los combinados de Suiza, Italia, Francia y Polonia.
El objetivo no es otro que clasificarse para la gran final del próximo mes de septiembre. El dorsal 10, Llorenç Gómez, habla de tres partidos “muy interesantes”. Después de una temporada difícil marcada por la pandemia, espera que todas las selecciones salten al terreno de juego “muy fuertes y con muchas ganas”, y España no va a ser una excepción. El combinado nacional acumula muchas horas de dedicación y entrenamiento en los últimos meses, y ahora ha llegado el momento de demostrarlo en competición oficial. Las sensaciones del catalán son muy positivas y el grupo llega “con muchas ganas, mucha ilusión y con las ideas muy claras”. Para él es “todo un orgullo que un grupo unido de 14 jugadores, junto con el staff y la directiva, salga al campo para representar a su país con un mismo objetivo y luchando en el mismo camino”.
Llorenç viene de disputar muchos partidos oficiales con el Benfica en la Liga portuguesa y ya está más que adaptado a la dinámica de competición, pero reconoce que salir al campo con tu selección es “un momento muy especial en el que puedes llevar la afinidad con tus compañeros a un grado superior”.
El combinado nacional afronta esta primera competición oficial de la temporada con varios cambios de última hora. La Covid-19 ha tocado a su puerta y deja fuera de la convocatoria a Antonio Mayor, afectado por el virus. Francisco Jesús Donaire y los torrenses Eduard Suárez y Jose Arias también son baja como contactos directos del afectado en la Liga portuguesa. En su lugar, entran en esta primera cita Adrián Frutos, Alejandro Achutegui, Francisco Mejías y Juan Manuel Mateo.
La plantilla para el clasificatorio del Mundial de Moscú todavía está por definir.
Otra de las variaciones a las que tendrá que adaptarse en esta primera cita es la modificación de la normativa, que entró en vigor el pasado 1 de junio y que afecta a las competiciones tanto nacionales como europeas. Entre las modificaciones más importantes destacan el golpeo directo a portería en el saque de centro, la posesión del balón por parte del jugador que ejecuta una chilena o una tijera cuando este esté en un radio de acción cercano y controlable para el atacante que la efectúa, los cinco penaltis por equipo en caso de llegar a esta fase, y los cuatro segundos de que dispone el portero dentro del área con posesión y los cuatro de que dispone hasta la mitad del terreno de juego. Sobre esta última limitación del guardameta, Méndez avanza que “aquellos equipos que dependían de sus porteros a nivel ofensivo pueden ver mermados algunos aspectos de juego ya que tendrán que actuar mucho más rápido y pensar con menos tranquilidad”. A pesar de estas modificaciones, se muestra tranquilo y asegura que el equipo está preparado.
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Por su parte, Llorenç reconoce que “este cambio tenía que llegar tarde o temprano”. Explica que “en la mayoría de los encuentros, el juego se estaba convirtiendo en muy pasivo, muy estático y muy poco vistoso para el espectador”. En este sentido añade que más allá de disfrutar y ganarse la vida con ello, otro de sus objetivos de su andadura profesional es “favorecer el crecimiento de la modalidad y para que eso ocurra, tiene que haber espectáculo”.
En la última concentración, el equipo ya pudo poner en práctica las nuevas reglas de juego, y esta semana volverá a refrescarlas antes de afrontar la EBSL.