El combinado israelí Rosh Haayin BSC cae por un ajustado 4 a 3 en la final contra el Falfala KQ BSC
Jueves, 03 de octubre de 2024. Llorenç Gómez suma una nueva medalla de plata a su palmarés tras conseguir el subcampeonato de la World Winners Cup como asistente del Rosh Haayin BSC. El combinado israelí ha dejado escapar el título en una intensa final que ha acabado con un ajustado 4 a 3 a favor del Falfala KQ BSC, campeón de la competición.
La tercera plaza ha sido para el TMS FC tras imponerse por 4 a 3 al BSC Vybir.
Los de Llorenç han empezado con mal pie la competición cayendo por 7 a 6 contra el Artur Music. Una derrota que ha servido como revulsivo para ponerse las pilas y ganar al anterior subcampeón, el Riga FC, por 4 a 5. Le han seguido las victorias contra el Amerat por 3 a 0, el Marseille BT por 6 a 2 y el Napoli Patron por 4 a 8.
Estos resultados los han llevado directos a la final contra el Falfala, quien ha conseguido ponerse por delante en el marcador en el primer tiempo. Una ventaja que ha dificultado la actuación del Rosh Haayin, hasta que en el segundo periodo ha conseguido empatar el resultado con dos tantos de Elihay y Edson Hulk. Un resultado que no han podido mantener y que de nuevo ha dado la vuelta a favor del rival, con una diferencia de 4 a 2. El gol de Pedro Mano en los últimos segundos del tercer y último período no ha sido suficiente para asegurar el triunfo.
FOTO: BSWW
El cuerpo técnico ha logrado en un tiempo récord conjuntar una plantilla que combinaba jugadores extranjeros de élite con otros nativos más inexpertos. El técnico explica que “desde el primer momento tocaba entender que teníamos que seguir un camino todos juntos y ser cada día un poquito mejores que el anterior porque el objetivo era llegar a la final”. “Y teníamos claro -añade- que si no remábamos todos en la misma dirección no iba a ser sencillo, por eso generar esa conexión entre unos y otros era primordial para poder hacer un buen papel”.
Agradece la oportunidad que le ha brindado el club y el buen entendimiento con el entrenador Marco Silva. Explica que “se ha generado una energía muy sana y muy pura digna de admirar en la que cada uno ha sabido asumir sus roles siempre pensando en el bien del grupo”.
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Era la segunda vez que Llorenç participaba en la competición como técnico y la primera que se alzaba con la plata. Su primera participación fue el año pasado con el combinado griego Napoli Patron BSC.
En esta ocasión, cierra la competición con un sabor agridulce ya que se muestra convencido de que “podíamos ganarles”. Lamenta no haber podido disponer del tiempo suficiente para preparar al equipo y para poder llegar en mejores condiciones a la final. Llorenç es de los que piensa que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y reconoce que “no sabes cuándo se te va a volver a presentar una oportunidad así”.
Pese a mostrarse exigente y autocrítico, vuelve a casa encantado con el evento, con las buenas sensaciones que le ha dejado el cuerpo técnico, el grupo y la entidad en general.