LLORENÇ GÓMEZ, DORSAL 10 DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA DE FÚTBOL PLAYA
“Tener la muerte presente me ayuda a no desperdiciar ni un mínimo momento del día de hoy, a saborear cada instante y darme cuenta de lo afortunado que soy de poder compartirlo con la vida y con las personas”
Alegre, extrovertido, soñador, exigente, romántico y capacitado. Así es Llorenç Gómez y así lo ha sido también en tiempo de pandemia. Una situación a la que ha sabido adaptarse a pesar de las limitaciones y que espera que ponga su fin en 2021.
El de Torredembarra cierra el 2020 con el oro y el título de Máximo Goleador conseguido en la Liga Húngara y el oro en la Súpercopa Húngara, los tres con la camiseta del BSC Aramis; la plata y el reconocimiento de Máximo Goleador en la Liga Polaca con el FC10 Zgierz; el galardón de Máximo Goleador en la Euro Winners Cup con el Artur Music; el bronce en la Liga Portuguesa con el Casa Benfica Loures; y la cuarta plaza en la Liga Brasileña con el CR Flamengo.
Si la situación mejora y todo se da según lo previsto, el nuevo año se presenta muy interesante con el clasificatorio para el Mundial de Moscú.
Una vez puesto el punto final a la temporada, ahora toca descansar, desconectar y disfrutar de la familia y los amigos estas Navidades, siempre que la situación sanitaria lo permita.
Nos lo cuenta en una entrevista exclusiva concedida a Enzo10.
(FOTO: BSWW)
(FOTO: Enzo10)
Año complicado este 2020, no solo a nivel sanitario sino también deportivo. ¿Cómo has vivido la pandemia?
La he intentado vivir, dentro de las circunstancias y de lo que nos han permitido hacer y no hacer, de la mejor manera posible. Estoy acostumbrado a viajar mucho, a pasar mucho tiempo a solas en otros países, mucho tiempo solo en apartamentos o en hoteles… y supongo entonces que estaba algo más preparado. Desde el día uno me lo tomé muy bien, no fue ningún inconveniente. Como siempre digo, cuando una puerta se cierra, en realidad se está abriendo otra. Así que me centré única y exclusivamente en valorar lo que sí que se podía hacer y no en la que no se podía. Estuve un tiempo con mi madre y su marido, y otro con Melanie, mi pareja, y lo que hice fue pues eso, intentar disfrutar de su presencia, de su compañía y sacar el gusto y el jugo de la naranja exprimiéndolo hacia el lado positivo y no hacia el negativo.
A medida que ha ido avanzando la situación y nos han ido permitiendo hacer más cosas, la diferencia ha estado en haber tenido un poquito más de vida social o un poquito menos. En general, la he vivido y la estoy viviendo muy bien, siempre con el máximo cuidado posible e intentando que también con mi granito de arena todo pueda mejorar.
Como sociedad, ¿crees que hemos aprendido algo estos últimos meses? ¿Lo que hemos vivido y estamos viviendo debería significar un punto de inflexión?
Supongo que habremos aprendido, no tengo yo la respuesta, pero supongo que algo sí. Hace un tiempo atrás nadie se podría haber imaginado que estaríamos en esta situación, pero la realidad es que lo estamos y sí que debería suponer un punto de inflexión.
A partir de ahí, cuando vaya pasando el tiempo podremos ir entendiendo un poquito más cómo ha ido evolucionando todo y los aprendizajes que hemos sacado de todo esto.
Y tú, ¿qué has aprendido a lo largo de casi 10 años en la élite del fútbol playa?
He aprendido muchas cosas. Empecé con 19 años, era un adolescente inmaduro. Me costó bastante madurar, pero la vida me ofreció este camino y no me puedo quejar. He aprendido muchísimas cosas, muchísimas. He pasado por muchísimas etapas como humano y como atleta, y vas agarrando esas experiencias y las vas metiendo en tu mochila de vida.
A medida que pasa el tiempo y según cómo te vayan las circunstancias vas tomando unas decisiones u otras, y al final lo que me queda es que lo importante es el ser humano, el cómo eres, los valores de vida que tienes, y el ser buena persona e intentar ofrecer al resto lo que uno desea para sí mismo, que es lo mejor.
(FOTO: FCF)
Es cierto que, en cualquier deporte, ya sea individual o colectivo, todos queremos ser reconocidos, ganarnos la vida con ello y dejar huella. Porque al final, cuando haces lo que te gusta, siempre quieres ser un ejemplo para el resto, así pienso yo. Puedes obtener muchos títulos y ganar muchos campeonatos, pero a medida que pasa el tiempo te das cuenta de que el fútbol playa, para mí en este caso, son muchas más cosas. Sí que el objetivo siempre es ganar trofeos, pero al final lo que queda son las experiencias que has pasado, las personas con las que has compartido y los momentos que has vivido.
La tuya es una historia de superación. ¿Es ese uno de los valores necesarios para triunfar?
Sinceramente, no creo que sea necesario ese valor para poder triunfar, pero sí que creo que a las personas que hemos pasado por esos momentos de superación sí que nos da un aprendizaje extra que quizás los que no han pasado por ahí no tienen. A pesar de eso, considero que todo atleta en cualquier modalidad deportiva tarde o temprano tiene que pasar por alguno de esos momentos porque siempre aparece alguna lesión, algún momento en el que no te sientes cómodo, en el que no te sientes bien anímica o físicamente… Son momentos de superación continuada. Cada competición tienes que superar obstáculos que acaban dándote un aprendizaje. Hay algunos atletas que lo toman hacia un lado positivo y otros que acaban retirándose prematuramente.
(FOTO: Enzo10)
29 años, diez en este deporte… podría decirse que has llegado al ecuador de tu carrera deportiva.
Mi objetivo personal es intentar alargar al máximo mi carrera deportiva, intentar poder jugar hasta que yo decida hacerlo sin que ninguna lesión me provoque la retirada.
Y, sobre todo, poder seguir disfrutando porque para mí el fútbol playa es mi trabajo, pero sobre todo es mi pasión, es algo que nace de dentro de mí y que yo disfruto muchísimo, practicándolo y ayudando al resto.
A los chicos más jóvenes que empiezan su andadura en este o en otros deportes les diría que lo hagan con pasión, con entusiasmo y que disfruten de lo que hacen.
Yo considero que estoy justo en el ecuador. Me gustaría jugar hasta los 40 años, por qué no. Incluso más, si el cuerpo me lo permite, si mi cabeza me lo permite, y si mi situación de vida me lo permite. Estos diez años han pasado volando. Miro hacia atrás y no me lo creo…
Pero me gusta marcarme el ecuador porque es un impulso que considero que me doy a mí mismo. Miro hacia atrás en el tiempo, veo cómo ha evolucionado todo, cómo ha ido mi carrera deportiva, como atleta y como persona, y me da fuerzas para seguir y decir que en estos próximos diez años tengo que, como mínimo, disfrutar igual que lo he disfrutado, ganar igual de lo que he ganado, y ser la misma persona o mejor de lo que lo he sido.
¿Con qué te quedas de todo este tiempo?
Me quedo con todos los momentos vividos, con todas las personas con las que he compartido… Son 39 los países en los que he estado, una barbaridad. La cantidad de personas con las que he convivido, dentro y fuera del campo, otras culturas, otros idiomas, otra alimentación… Ahora tengo 29 años ahora, pero siento que tengo más por todo lo vivido. Y es con eso con lo que me quedo, con las experiencias vividas, porque al final cuando morimos no nos llevamos nada con nosotros. Dejamos simplemente un legado, y ese legado es el que intento transmitir a la gente, a los más jóvenes, para que sigan creciendo y evolucionando.
A pesar de haber sido un año convulso a nivel de competición, cierras con muy buenos registros esta última temporada. ¿Cómo la valoras?
Un año convulso, pero en el que he tenido la oportunidad de poder viajar, competir en diferentes ligas y con diferentes clubes. Es cierto que con la Selección Española no hemos tenido la oportunidad de hacer nada, pero en mi caso sí con los clubes y me siento un privilegiado. Cuando empezó la pandemia y vi la evolución decidí pensar que si este año no jugaba no pasaría nada. Podría haberse dado que no hubiera competición, y lo hice para prepararme mentalmente.
Al final he tenido la oportunidad de jugar un montón de competiciones, no solo de jugarlas, sino de ganar muchas de ellas, tanto a nivel colectivo como individual porque, como siempre digo y me enseñó Antonio Bores, “las individualidades siempre están al servicio del colectivo”. Le doy un notable a esta temporada porque, pese a todo, he podido jugar, competir muchísimo y ganar muchísimo. Y no es fácil. A veces cuando ganas mucho parece fácil, y en realidad lo normal es perder.
(FOTO: Rodrigo Ferreira)
(FOTO: BSWW)
(FOTO: beachsoccer.ru)
Un día decidiste luchar por ser el mejor de la modalidad y lo conseguiste. En 2018 fuiste elegido Mejor Jugador del Mundo. ¿Qué significó para ti? ¿Sigue siendo una de tus metas revalidar este reconocimiento?
Significó cumplir un sueño. Las cosas no se consiguen sin la ayuda de los demás. Yo logré ese premio, yo lo levanté, pero detrás de él había muchísimas personas que siempre han estado ahí, familiares, amigos, compañeros, entrenadores, el staff de todos los equipos, de la Selección Catalana, de la Selección Española… de todo el mundo que ha formado parte. Porque al final nos vamos forjando como personas con todo lo que vamos viviendo.
Era un sueño que me propuse que algún día tenía que lograr y se cumplió, un momento mágico que no voy a olvidar jamás.
Pasar lo que he pasado, con las cinco operaciones de la rodilla derecha, una operación en la rodilla izquierda… De pasar de tener que dejar el fútbol 11 por las molestias continuadas debido a la artrosis, a acabar jugando a fútbol playa, un deporte que no conocía, en el que poco a poco me voy introduciendo, lo voy conociendo y me doy cuenta de que me apasiona y acabo logrando mis objetivos… qué se puede pedir más.
Sobre lo de revalidar el reconocimiento, te mentiría si te dijera que no. Yo funciono por objetivos y por trabajar y luchar para lograr esos objetivos. Soy una persona muy cuadriculada y cuando se me mete algo entre ceja y ceja no paro hasta que no lo consigo. Aunque te diría que sí que quiero lograrlo, pero no de cualquier manera. No quiero lograr de nuevo ese título y sentir que no he hecho las cosas como tenía que hacerlas. Es decir, yo voy a intentar, como he hecho siempre, trabajar para el colectivo, intentar ayudar al resto de compañeros, tanto de selecciones como de clubes, e intentar que ellos sean mejores y crezcan, porque a su vez estaré creciendo yo. Entonces siempre voy a focalizar mis esfuerzos en los trofeos colectivos porque de ese modo, tarde o temprano, también recibes los premios individuales. Así pasó en 2018. Porque en un deporte colectivo, incluso en un deporte individual, no se consigue nada solo, hay muchas personas involucradas y cada una debe ofrecer su mejor versión para que ese porcentaje acabe llegando al 100% con la ayuda de todos.
¿Cuál es el secreto para mantenerse en la cima?
No hay secretos. Soy una persona que analizo muchísimo a otros atletas de todas las modalidades porque siempre saco cosas buenas de ellos y el talento es parte fundamental de un atleta exitoso. Pero lo que es verdaderamente innegociable es el trabajo. Entonces, si algo te tuviera que decir para mantenerse en la cima diez años es que tienes que entrenar mucho, concienciarte mucho, focalizar en las prioridades… Son muchas cosas que dejas atrás. Yo, por ejemplo, durante los primeros años de mi carrera todos mis amigos estaban de fiesta y yo prácticamente no hacía nada porque sabía que a las 7 me tenía que levantar e ir a trabajar, a entrenar en la arena. No hay un secreto, es dedicar horas a aquello que quieres lograr porque nada cae del cielo, nada es gratuito, y siempre hay que trabajar muchísimo. Y no solo entrenar en la arena, hay muchos otros factores como los mentales, los del entrenamiento invisible como la alimentación, el cuidarte, los estiramientos, el hacer actividades alternativas que te ayuden a potenciar lo que es después tu trabajo en la arena… Son muchísimas cosas, y si dedicas tiempo a cada una de ellas, al final es imposible que no te vaya bien durante un campeonato o durante tu carrera deportiva. Es una constante.
¿Qué se esconde detrás de una vida aparentemente plácida y sencilla?
Se esconde el tener que decir no a muchas cosas para poder focalizar en otras. Pero creo que es así en cualquier sector de la vida. Cuando uno quiere lograr algo, tiene que dejar cosas atrás, no puede decir que sí a todo. Hace poco leí una entrevista que le hacían a un excompañero de Cristiano Ronaldo y él ponía el ejemplo que llegaban de un partido después de un viaje a las 2 de la mañana y Cristiano se iba a hacer trabajo de regeneración a su piscina. Bueno, pues ahí se ve la carrera deportiva de Cristiano Ronaldo. Cada uno tiene lo que cosecha, y es así de sencillo.
¿Alguna vez has pensado en tirar la toalla?
No creo que la expresión sea tirar la toalla, sino simplemente dejar de focalizar, en este caso, lo que es el fútbol playa. La vez que me pasó con más fuerza fue después de mi última lesión en la rodilla derecha. En el postoperatorio el doctor me dijo que la tenía muy dañada, pero que estuviera tranquilo porque mi carrera deportiva no corría peligro al no haber tanto impacto en la arena. Eso me hizo replantearme muchas cosas porque entendí que después de mi carrera deportiva también tengo una vida y no quiero no poder hacer ciertas cosas con mi familia. O el día de mañana si, con un poco de suerte, soy papá, que me gustaría mucho, poder jugar con mis hijos y poder hacer una vida normal. En ese momento me lo planteé de verdad, pero acabó saliendo esa garra innata que llevo dentro y junto con la ayuda de todos los que me quieren tuve la posibilidad de decir “oye, voy a seguir, me gusta lo que hago y me seguiré cuidando para que el día de mañana, pese haber tenido una carrera deportiva larga, pueda seguir haciendo una vida normal”. Todo es cuestión de motivación.
(FOTO: Enzo10)
Hay otras veces en que no es tirar la toalla, pero sí en decir “ostras, necesito un poco de desconexión, esta situación me ha superado y creo que tengo que cambiar un poco el foco de atención, y de generar y dedicarle tiempo a otras cosas”. Pero bueno, eso forma parte del proceso de maduración de un atleta. Lo esencial es no darle más importancia de la que tiene, simplemente verlo como un proceso normal que debes de pasar para seguir decidiendo qué hacer con tu vida.
¿Crees que algún día se podrá equiparar el fútbol playa con un deporte de masas? ¿Qué pasos debería seguir para que así fuera?
Sí, considero que ese momento va a llegar tarde o temprano, y me alegrará muchísimo por las nuevas generaciones para que tengan la oportunidad de dedicarse al fútbol playa como su trabajo y su pasión a la vez. Espero que pueda convertirse como el baloncesto o el fútbol que son deportes que a día de hoy te dan la posibilidad de vivir. Los pasos son sencillos. Es un deporte que poquito a poco tiene que ir creciendo, lo tienen que conocer más personas, tiene que ir ganando más adeptos y empezar a profesionalizarlo. Por ejemplo, que los clubes de fútbol con equipos en Primera División se involucren y saquen sus secciones a nivel de fútbol playa, y luego muy importante también los medios de comunicación y que la televisión entre en escena, de un paso al frente y empiece a retransmitir partidos, empecemos a hacer ligas más potentes, más profesionales…
Hace un tiempo te embarcaste en el nuevo proyecto de Enzo10. ¿Qué significa para ti?
Desde que yo empecé, siempre he tenido muchos proyectos en mente. Los he ido haciendo realidad poco a poco con diferentes personas y digamos que Enzo10 siempre ha sido como un hijo pequeño para mí. Es expresar todo lo que yo siento con el objetivo de intentar ofrecer oportunidades al resto. Así lo describiría. Para mí significa muchísimo. Para los que me conocen, soy una persona muy disciplinada con todo y en este caso con Enzo10, no he parado de trabajar desde mis inicios, de generar y desarrollar ideas. Hoy en día tengo la suerte de contar con Carla, mi hermana, y de poder llevar a cabo todas esas ideas que tanto me apasionan y me ilusionan. Enzo10 es el proyecto de mi vida.
(FOTO: Enzo10)
(FOTO: Enzo10)
#cadadiadevidaesunregalo se ha convertido en tu leitmotiv. ¿Eres de los que piensa que hay que vivir el aquí y ahora?
Sin lugar a duda. Intento saborear al máximo cada momento porque no sabemos si será el último y, como muy bien dice la expresión #cadadiadevidaesunregalo, no sabemos lo que nos depara el mañana. Y el mañana puede ser de aquí una hora o de aquí tres años, pero no lo sabemos. Entonces considero que hay que disfrutar al máximo el presente. Pero a su vez me gusta mucho mirar el futuro y visualizarlo porque me ayuda a escoger el camino y el sitio donde pisar en el aquí y el ahora.
¿Cómo es uno de estos días que vives como un regalo?
Desde que me despierto hasta que me voy a dormir es muy difícil no verme con una sonrisa, con energía positiva, bromear, amar, cuidar, tratar bien a los demás. Evidentemente que también tengo mis momentos no tan alegres o positivos porque soy un humano, e intento aprender de ellos. Pero cada día para mí es algo impresionante. El despertar y ver el amanecer y poder decir que vuelvo a estar aquí y que tengo una nueva oportunidad de vivir no tiene precio. Se me eriza la piel tan solo con decirlo.
El otro día mi suegra me preguntó cómo lo hacía y le contesté que por qué no iba a hacerlo. Es algo innato que he reforzado todavía más con mucho trabajo y lo he llevado a un extremo superior, y cada día sigo trabajándolo para que así sea. Intentar estar cada vez más cerca de ese bienestar continuado, en mi burbuja de la paz y el amor. El ser feliz porque estoy vivo.
Te gusta mucho hablar de la vida, pero también te gusta hablar de la muerte. ¿Por qué crees que es importante tenerla presente?
Tener la muerte presente me ayuda a no desperdiciar ni un mínimo momento del día de hoy porque quizás ahora te estoy explicando esto y de aquí a diez minutos ya no estoy. Entonces para mí tener la muerte presente es el mayor impulso para saber saborear cada momento y darme cuenta de lo importante que es para mí y de lo afortunado que soy de poder compartirlo con la vida y con las personas.
¿Cuáles son los pilares imprescindibles en tu camino?
Mi familia, el tener a personas cercanas que me acompañen en el proceso y quieran mi bien, y yo mismo. El quererme, el estar en paz y el sentir que hago lo que debo hacer.
Escucho lo que dice mi cuerpo y a partir de ahí, actúo.
¿Cómo vas a celebrar las Navidades?
Espero poderlas celebrar con todas las personas que amo. Vamos a ver cómo está el tema de las restricciones, pero nos adaptaremos a ellas y dentro de las posibilidades lo haremos lo más ameno posible.
¿Cuál es tu deseo para 2021?
Mi deseo para 2021 es que la pandemia ponga su fin y que así podamos intentar volver a la normalidad. No por aquellos que dentro de las circunstancias delicadas que vivimos estamos bien como es mi caso, sino por todas aquellas personas que están pasando por un mal momento y que necesitan ayuda.
Espero que todo acabe lo más rápido posible y puedan volver a la normalidad porque todos los seres humanos nos merecemos lo mejor.
¿Algún sueño todavía por cumplir?
Tengo demasiados como para explicarlos todos. Yo vivo de propósitos, vivo de objetivos, vivo de no parar, de hacer siempre todo lo que el cuerpo me pida.
Entonces, tengo infinitos sueños todavía y estoy seguro de que los voy a cumplir, cada uno de ellos.
(FOTO: Enzo10)