El equipo de Llorenç Gómez viene de conseguir la 9ª posición en la Copa Italia, la mejor clasificación en la historia de la entidad
Sábado, 12 de julio de 2025. El Génova BS tiene un nuevo destino. El equipo liderado por Llorenç Gómez se ha trasladado a Castellammare di Stabia para disputar la segunda etapa de la promoción de ascenso a la Serie A italiana. El combinado genovés salta de nuevo a la arena con unos números extraordinarios. Afronta esta nueva ronda en primera posición después de cerrar la primera con cuatro victorias de cuatro posibles.
En esta ocasión, los rivales a abatir serán el Brancaleone BS, el Vastese BS y el Naxos BS. Este último, el contrincante clave con el que seguramente tendrá que luchar la permanencia en el primer puesto de la clasificación.
En esta segunda etapa, el equipo no podrá contar con los jugadores daneses, pero sí que lo hará con los también españoles Biel Rius y Cristian Rodríguez.

FOTO: Génova BS
El técnico español pide “tener los pies en el suelo y seguir avanzando pasito a pasito”, según asegura, “si no hacemos las cosas bien en esta etapa, no podremos seguir luchando por nuestros objetivos”. Así pues, la voluntad del míster no es otra que “seguir afrontando cada encuentro como una final, seguir creciendo tanto individual como colectivamente y continuar sumando puntos en la clasificación para mantenernos en la lucha de ese bonito ascenso”. Para el técnico, lograrlo sería, sin duda, “todo un éxito” en su primer año como técnico de la entidad y con la aportación de todos y cada uno de los jugadores.
De momento, el camino está siendo más que positivo. El equipo viene de conseguir la 9ª posición en la Copa Italia, la mejor clasificación en la historia del club. Todo un logro no solo a nivel de datos y estadísticas, sino sobre todo en cuanto a la cohesión, a la progresión y al crecimiento del grupo.
Para Llorenç Gómez “el mayor orgullo está en lo invisible, en lo que no aparece en las tablas ni en los rankings”. “Está en ver -dice- cómo un grupo de personas vive cada día con una mirada encendida, curiosa, despierta. En cómo han aprendido, no solo a jugar al fútbol playa, sino a sentirlo, a expresarse con él, a disfrutarlo en colectivo. Porque cuando el balón rueda y las almas se conectan, nace algo que va más allá del deporte: nace la vida en su forma más auténtica. Y eso… eso no lo puede medir ninguna estadística”.
Este fin de semana en Castellammare di Stabia volverán a intentarlo.